LOS PERROS ROMÁNTICOS
En aquel tiempo yo tenía veinte años y estaba loco. Había perdido un país pero había ganado un sueño. Y si tenía ese sueño lo demás no importaba. Ni trabajar ni rezar ni estudiar en la madrugada junto a los perros románticos. Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu. Una habitación de madera, en penumbras, en uno de los pulmones del trópico. Y a veces me volvía dentro de mí y visitaba el sueño: estatua eternizada en pensamientos líquidos, un gusano blanco retorciéndose en el amor. Un amor desbocado. Un sueño dentro de otro sueño. Y la pesadilla me decía: crecerás. Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto y olvidarás. Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen. Estoy aquí, dije, con los perros románticos y aquí me voy a quedar.
I CANI ROMANTICI
A quel tempo avevo vent’anni ed ero pazzo. Avevo perduto un paese ma avevo guadagnato un sogno. E se avevo un sogno il resto non contava. Né lavorare né pregare né studiare di notte assieme ai cani romantici. Ed il sogno viveva nel vuoto del mio spirito. Una casa di legno, in penombra, in uno dei polmoni del tropico. E talvolta tornavo dentro di me e visitavo il sogno: statua immortalata in pensieri liquidi, un verme bianco contorcendosi nell’amore. Un amore sboccato. Un sogno dentro un altro sogno. E l’incubo mi diceva: crescerai. Ti lascerai alle spalle le immagini del dolore e del labirinto e dimenticherai. Ma a quel tempo crescere sarebbe stato un crimine. Sono qui, dissi, coi cani romantici e qui voglio restare.
ERNESTO CARDENAL Y YO
Iba caminando, sudado y con el pelo pegado en la cara cuando vi a Ernesto Cardenal que venía en dirección contraria y a modo de saludo le dije: Padre, en el Reino de lo Cielos que es el comunismo, ¿tienen un sitio los homosexuales? Sí, dijo él. ¿Y los masturbadores impenitentes? ¿Los esclavos del sexo? ¿Los bromistas del sexo? ¿Los sadomasoquistas, las putas, los fanáticos de los enemas, los que ya no pueden más, los que de verdad ya no puede más? Y Cardenal dijo sí. Y yo levanté la vista y las nubes parecían sonrisas de gatos levemente rosadas y los árboles que pespunteaban la colina (la colina que hemos de subir) agitaban las ramas. Los árboles salvajes, como diciendo algún día, más temprano que tarde, has de venir a mis brazos gomosos, a mis brazos sarmentosos, a mis brazos fríos. Una frialdad vegetal que te erizará lo pelos.
ERNESTO CARDENAL ED IO
Camminavo, sudato e coi capelli incollati al volto quando vidi Ernesto Cardenal che veniva in direzione opposta e a modo di saluto gli dissi: Padre, nel Regno dei cieli che è il comunismo, c’è posto per gli omosessuali? Sì, egli disse. E per i masturbatori impenitenti? Gli schiavi del sesso? I burloni del sesso? I sadomasochisti, le puttane, i fanatici dei clisteri, quelli che ormai non possono più, quelli che davvero ormai non ce la fanno più? E Cardinal disse sì. Ed io sollevai lo sguardo e le nuvole sembravano sorrisi di gatti lievemente rosati e gli alberi che punteggiavano la collina, (la collina che dobbiamo salire) agitavano i rami. Gli alberi selvaggi, come dicendo un giorno, più presto che tardi, devi giungere alle mie braccia gommose, alle mie braccia sarmentose, alle mie braccia fredde. Una freddezza vegetale che ti farà rizzare i peli.
LOS ARTILLEROS
En este poema los artilleros están juntos. Blancos sus rostros, las manos entrelazando sus cuerpos o en los bolsillos. Algunos tienen los ojos cerrados o miran el suelo. Los otros te consideran. Ojos que el tiempo ha vaciado. Vuelven hacia ellos después de este intervalo. El reencuentro sólo les devuelve la certidumbre de su unión.
GLI ARTIGLIERI
In questo poema gli artiglieri stanno insieme. Pallidi i loro visi, le mani in tasca o intrecciate ai corpi. Alcuni hanno gli occhi chiusi o guardano a terra. Gli altri ti esaminano. Occhi che il tempo ha svuotato. Tornano verso di loro dopo questo intervallo. Solo il nuovo incontro gli restituisce la certezza della loro unione.
LOS DETECTIVES PERDIDOS
Los detectives perdidos en la ciudad oscura. Oí sus gemidos. Oí sus pasos en el Teatro de la Juventud. Una voz que avanza como una flecha. Sombra de cafés y parques frecuentados en la adolescencia. Los detectives que observan sus manos abiertas, el destino manchado con la propia sangre. Y tú no puedes ni siquiera recordar en dónde estuvo la herida, los rostros que una vez amaste, la mujer que te salvó la vida.
I DETECTIVE SMARRITI
I detective smarriti nella città oscura. Udii i loro gemiti. Udii i loro passi nel Teatro della gioventù. Una voce che avanza come una freccia. Ombra di caffè e parchi frequentati nell’adolescenza. I detective che osservano le loro mani aperte, il destino macchiato dal proprio sangue. E tu non puoi nemmeno ricordare dove si trovava la ferita, i volti che una volta amasti, la donna che ti salvò la vita.
DINO CAMPANA REVISA SU BIOGRAFÍA EN EL PSIQUIÁTRICO DE CASTEL PULCI
Servía para la química, para la química pura. Pero preferí ser un vagabundo. Vi el amor de mi madre en las tempestades del planeta. Vi ojos sin cuerpo, ojos ingrávidos orbitando alrededor de mi lecho. Decían que no estaba bien de la cabeza. Tomé trenes y barcos, recorrí la tierra de los justos en la hora más temprana y con la gente más humilde: gitanos y feriantes. Me despertaba temprano o no dormía. En la hora en que la niebla aún no ha despejado y los fantasmas guardianes del sueño avisan inútilmente. Oí los avisos y las alertas pero no supe descifrarlos. No iban dirigidos a mí sino a los que dormían, pero no supe descifrarlos. Palabras ininteligibles, gruñidos, gritos de dolor, lenguas extranjeras oí adonde quiera que fuese. Ejercí los oficios más bajos. Recorrí la Argentina y toda Europa en la hora en que todos duermen y los fantasmas guardianes del sueño aparecen. Pero guardaban el sueño de los otros y no supe descifrar sus mensajes urgentes. Fragmentos tal vez sí, y por eso visité los manicomios y las cárceles. Fragmentos, sílabas quemantes. No creí en la posteridad, aunque a veces creí en la Quimera. Servía para la química, para la química pura.
DINO CAMPANA CONTROLLA L’AUTOBIOGRAFIA NEL MANICOMIO DI CASTEL PULCI
Ero buono per la chimica, per la chimica pura. Ma preferii fare il vagabondo. Vidi l’amore di mia madre nelle bufere del pianeta. Vidi occhi senza corpo, occhi sospesi orbitando sul mio letto. Dicevano che non stavo bene di testa. Presi treni e barche, percorsi la terra dei giusti di buon mattino e con la gente più umile: gitani e mercanti. Mi svegliavo presto o non dormivo. Nell’ora in cui la nebbia non era ancora svanita e i fantasmi a guardia del sonno comunicano inutilmente. Sentivo gli avvisi e gli allarmi ma non ho saputo decifrarli. Non erano diretti a me bensì a quelli che dormivano, però non ho saputo decifrarli. Parole inintelligibili, grugniti, gridi di dolore, lingue straniere sentivo ovunque andassi. Esercitai i mestieri più umili. Percorsi l’Argentina e tutta l’Europa nell’ora in cui tutti dormono e appaiono i fantasmi a guardia del sonno. Ma proteggevano il sonno degli altri e non ho saputo decifrare i loro urgenti messaggi. Frammenti, forse sì, e per questo visitai i manicomi e le prigioni. Frammenti, sillabe brucianti. Non credevo alla posterità, benché talvolta credevo alla Chimera. Ero buono per la chimica, per la chimica pura.
GODZILLA EN MÉXICO
Atiende esto, hijo mío: las bombas caían sobre la Ciudad de México pero nadie se daba cuenta. El aire llevó el veneno a través de las calles y las ventanas abiertas. Tú acababas de comer y veías en la tele los dibujos animados. Yo leía en la habitación de al lado cuando supe que íbamos a morir. Pese al mareo y las náuseas me arrastré hasta el comedor y te encontré en el suelo. Nos abrazamos. Me preguntaste qué pasaba y yo no dije que estábamos en el programa de la muerte sino que íbamos a iniciar un viaje, uno más, juntos, y que no tuvieras miedo. Al marcharse, la muerte ni siquiera nos cerró los ojos. ¿Qué somos?, me preguntaste una semana o un año después, ¿hormigas, abejas, cifras equivocadas en la gran sopa podrida del azar? Somos seres humanos, hijo mío, casi pájaros, héroes públicos y secretos.
GODZILLA IN MESSICO
Ascolta questo, figlio mio: le bombe cadevano su Città del Messico ma nessuno se ne rendeva conto. L’aria portò il veleno attraverso le strade e le finestre aperte. Tu avevi appena mangiato e vedevi alla tele i cartoni animati. Stavo leggendo nella stanza accanto quando seppi che andavamo a morire. Nonostante il malessere e la nausea strisciai fino alla sala da pranzo e ti trovai sul pavimento. Ci abbracciamo. Mi domandasti cosa accadeva e non dissi che stavamo nel programma funebre ma che stavamo iniziando un viaggio, uno nuovo, insieme, e di non avere paura. Andando via, nemmeno la morte ci chiuse gli occhi. Che cosa siamo?, mi domandasti una settimana o un anno dopo, formiche, api, cifre sbagliate nella gran zuppa putrefatta del caso? Siamo esseri umani, figlio mio, quasi uccelli, eroi pubblici e segreti.
LA SUERTE
Él venía de una semana de trabajo en el campo en casa de un hijo de puta y era diciembre o enero, no lo recuerdo, pero hacía frío y al llegar a Barcelona la nieve comenzó a caer y él tomó el metro y llegó hasta la esquina de la casa de su amiga y la llamó por teléfono para que bajara y viera la nieve. Uno noche hermosa, sin duda, y su amiga lo invitó a tomar café y luego hicieron el amor y conversaron y mucho después él se quedó dormido y soñó que llegaba a una casa en el campo y caía la nieve detrás de la casa, detrás de la montañas, caía la nieve y él se encontraba atrapado en el valle y llamaba por teléfono a su amiga y la voz fría (¡fría pero amable!) le decía que de ese hoyo inmaculado no salía ni el más valiente a menos que tuviera mucha suerte.
LA FORTUNA
Lui veniva da una settimana di lavoro in campagna in casa d’un figlio di puttana era dicembre o gennaio, non lo ricordo, ma faceva freddo e arrivando a Barcellona iniziò a cadere la neve e lui prese il metro e arrivò fino all’angolo di casa della sua amica e la chiamò al telefono per dirle di scendere a vedere la neve. Una bella notte, senza dubbio, e la sua amica lo invitò a prendere un caffè e dopo fecero l’amore e conversarono e molto più tardi lui cadde addormentato e sognò che arrivava a una casa di campagna e scendeva la neve dietro la casa, dietro le montagne, cadeva la neve e lui si trovava intrappolato nella valle e telefonava alla sua amica e una voce fredda (fredda ma gentile!) gli diceva che da quel buco immacolato non sarebbe uscito neanche il più valoroso a meno che avesse avuto parecchia fortuna.
LLUVIA
Llueve y tú dices es como si las nubes lloraran. Luego te cubres la boca y apresuras el paso. ¿Como si esas nubes escuálidas lloraran? Imposible. Pero entonces, ¿de dónde esa rabia, esa desesperación que no ha de llevar a todos al diablo? La Naturaleza oculta algunos de sus procedimientos en el Misterio, su hermanastro. Así esta tarde que consideras similar a una tarde del fin del mundo más pronto de lo que crees te parecerá tan sólo una tarde melancólica, una tarde de soledad perdida en la memoria: el espejo de la Naturaleza. O bien la olvidarás. Ni la lluvia, ni el llanto, ni tus pasos que resuenan en el camino del acantilado importan. Ahora puedes llorar y dejar que tu imagen se diluya en los parabrisas de los coches estacionados a lo largo del Paseo Marítmo. Pero no puedes perderte.
PIOGGIA
Piove e tu dici è come se le nuvole piangessero. Poi ti copri la bocca ed affretti il passo. Come se quelle squallide nuvole piangessero? Impossibile. Ma allora: da dove questa rabbia, questa disperazione che ci condurrà tutti al diavolo? La Natura nasconde alcuni dei suoi processi nel Mistero, il suo fratellastro. Così questa sera che consideri simile a una sera da fine del mondo più presto di quel che credi ti sembrerà soltanto una sera triste, una sera di solitudine smarrita nella memoria: lo specchio della Natura. Oppure la dimenticherai. Né la pioggia, né il pianto, né importano i tuoi passi che risuonano durante il percorso sulla scogliera. Ora puoi piangere e lasciare che la tua immagine si disperda nei parabrezza delle auto ferme lungo il Paseo Marítmo. Ma non puoi perderti.
LA GRIECA
Vimos a una mujer morena construir el acantilado. No más de un segundo, como alanceada por el sol. Como los párpados heridos del dios, el niño premeditado de nuestra playa infinita. La griega, la griega, repetían las putas del Mediterráneo, la brisa Magistral: la que se autodirige, como una falange de estatuas de mármol, veteadas de sangre y voluntad, como un plan diabólico y risueño sostenido por el cielo y por tus ojos. Renegada de las ciudades y de la República. Cuando crea que todo está perdido a tus ojos me fiaré. Cuando la derrota compasiva nos convenza de lo inútil que es seguir luchando, a tus ojos me fiaré.
LA GRECA
Vedemmo una donna bruna costruire la scogliera. Non più di un secondo, come infilzata dal sole. Come le palpebre ferite d’un dio, il bambino premeditato della nostra spiaggia infinita. La greca, la greca, ripetevano le puttane del Mediterraneo, la brezza Magistrale: quella che si autodirige, come una falange di statue di marmo, venate di sangue e volontà, come un piano diabolico e sorridente sostenuto dal cielo e dai tuoi occhi. Rinnegata dalle città e dalla Repubblica. Quando penserò che tutto è perduto ai tuoi occhi mi affiderò. Quando la pietosa sconfitta ci persuaderà dell’inutilità di continuare a lottare, ai tuoi occhi io mi affiderò.
SUCIO, MAL VESTITO
En el camino de los perros mi alma encontró a mi corazón. Destrozado, pero vivo, sucio, mal vestido y lleno de amor. En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie. Un camino que sólo recorren los poetas cuando yo no les queda nada por hacer. ¡Pero ya tenía tantas cosas que hacer todavía! Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar por las hormigas rojas y también por la hormigas negras, recorriendo las aldeas vacías: el espanto que se elevaba hasta tocar las estrellas. Un chileno educado en México lo puede soportar todo, pensaba, pero no era verdad. Por las noches mi corazón lloraba. El río del ser, decían unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos, el río del ser, el río del ser, el éxtasis que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas. Sumulistas y teólogos, adivinadores y salteadores de caminos emergieron como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica. Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones. Sólo el amor y la memoria. No estos caminos ni estas llanuras. No estos laberintos. Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón. Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo. Soñé con detectives helados en el gran refrigerador de Los Angeles en el gran refrigerador de México D.F.
SPORCO, MALVESTITO
Durante il percorso dei cani la mia anima incontrò il mio cuore. Sconquassato, ma vivo, sporco, malvestito e pieno d’amore. Durante il percorso dei cani, lì dove non vuole andare nessuno. Una strada che percorrono soltanto i poeti quando a loro non resta ormai nulla da fare. Però io avevo ancora tante cose da fare! Eppure lì restavo: facendomi ammazzare dalle formiche rosse ed anche dalle formiche nere, percorrendo i villaggi vuoti: lo spavento che s’innalzava fino a toccare le stelle. Un cileno educato in Messico può sopportare di tutto, pensavo, ma non era affatto così. Di notte il mio cuore piangeva. Il fiume dell’essere, dicevano labbra febbricitanti che poi scoprii essere le mie, il fiume dell’essere, il fiume dell’essere, l’estasi che si piega sulla riva di questi villaggi abbandonati. Esperti di logica e teologi, indovini e rapinatori di percorsi emersero come realtà acquatiche in mezzo a una realtà metallica. Solo la febbre e la poesia danno visioni. Solo l’amore e la memoria. Non questi percorsi né queste pianure. Non questi labirinti. Fin che, finalmente, la mia anima incontrò il mio cuore. Era malato, certo, però vivo. Sognai detective congelati nel gran frigorifero di Los Angeles nel gran frigorifero di México D.F.
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